Gabriel & Gabriela: Parte 6 [Rogerius]

Gabriel y Gabriela, continúan haciendo el amor, luego de su primera vez en el comic anterior. La hermana está montada sobre su polla, y lo único que puede decir es que rico. Incluso ya han comenzado a hablar sucio, porque ella le dice que quiere la leche dentro. Lo cual consigue, y cuando termina se acuesta a su lado para decirle que lo ama.

Durante su charla postcoito, ella le dice que antes tenía miedo de que mamá y papá se enteraran, pero ahora le da igual. Al hermano tampoco, mientras que ella piensa solo en estar con él como hermana y como mujer. Luego se besan y se acomodan para dormir.

Al otro día, el padre se despierta de buen humor, preguntando como está la mejor familia de Guayaquil. Intenta darle un beso a su esposa, pero ella todavía está enojada por haber dicho el nombre de su hija en dormido mientras ella le hacía una mamada. Hasta los hijos se preguntan porque la madre está enojada. Aunque a la hija le da lástima que la madre lo trate así.

El padre trajo a la mesa los planos de la remodelación de la habitación, que pronto llevara al arquitecto. Una mala noticia para los hermanos que habían comenzado a disfrutar dormir en el mismo sitio.

Cuando el padre se va, la madre le dice a los dos hijos que quiere hablar muy seriamente con los dos en la habitación. Y con la primera que quiere hacerlo es con Gabriela, para luego hacerlo con su hermano. Ambos creen que saben de lo que se trata, pero tienen esperanza de que sea otra cosa.

La madre está asentada en la cama y le pide a su hija que se siente con ella. Sabe que su hija ya no es una niña y será directa, solo quiere la verdad sobre todo. Gabriela se asusta porque intuye de lo que puede estar hablando, pero no estaba preparado para lo que vendrá. La madre le pregunta si alguna vez el padre la ha tocado de manera inapropiada. A lo que la hija responde que nunca ha hecho algo así, que incluso nunca ha hecho algo que la dañara. La madre se disculpa por la pregunta y luego le da un buen abrazo. Pero la hija piensa que su padre nunca la ha tocado porque fue ella quien lo hizo, y al parecer al padre le ha gustado.

Sabiendo de lo que hablaron, le da curiosidad saber que tendrá que hablar con el hermano. Pero deja la habitación y le llama para que vaya. Gabriela de repente tiene celos, porque piensa que tanto su hermano como su padre son de ella.

La madre solo quiere pedirle disculpas a su hijo, por lo que paso en el auto, una madre y un hijo nunca deberían hacer cosas como esa. Lo segundo, y con lágrimas en los ojos, es que eso nunca volverá a ocurrir. Ella lo acerca para un abrazo y luego le pregunta a la cara si lo perdona, pero cuando le dice que sí, los dos se besan en la boca. Ella pronto lo aparta y el chico se aleja dejando a su madre en la cama con sus manos en la cara. Aunque ella pronto se arrepiente y lo abraza, diciéndole que lo entiende.

Esa es la señal para que Gabriel le toque el culo a la madre, que le pide por favor que se detenga porque nunca más lo volverán a hacer. Pero tampoco parece apartarlo cuando el chico comienza a chupar sus tetas.

La hermana estaba detrás de la puerta intentando escuchar lo que sucede, mientras que su padre ha regresado y le ve todo su culo rico. Pero a diferencia de lo que dijo ella antes, ahora sí él la ha tocado, apoyando su verga en el trasero de su hija. El padre le dice que no está bien que esté pegada a la puerta, pero ella le responde que tampoco está bien que él este pegado a su culo. Por eso el padre la invita a otro lugar, porque le ha provocado muchas ganas.

En la habitación, el hijo le está comiendo el coño a su madre. Y aunque le dice que no porque está mal, ella parece estar gozándolo. Una cosa es lo que dice y otra lo que piensa, ya que solo puede pensar en que no pare. Para el chico es delicioso, y por eso tiene la polla bien dura, mostrándosela a la madre que comienza a tener serias dudas de que hacer. Por eso lo besa en la boca, la misma que tiene el aroma de su coño, y luego le jala la verga. Pidiéndole en el oido que la coja, lo cual no hay que decírselo dos veces. El chico solo puede pensar en una disculpa para Gabriela, porque no puede decirle que no a mamá. Mientras que la madre le pregunta si todo eso es suyo, porque la verdad que la tiene muy grande.

Gabriela y su padre están en el baño. Y aunque ella le dice que deben cuidarse de la madre, al padre no le importa porque piensa que a la madre le da igual. Tener la verga contra el coño de su hija hace esas cosas. Se dan un beso en la boca y ella le coge el pene gordo. Diciendo que si a la madre no le importa, a ella sí. Por eso se pone de cuclillas, chupando su pene. El padre le dice que es una buena niña y se corre en su boca.

Pero esto no ha terminado, porque ella se quita la ropa interior y se inclina para que su padre pueda follarla por detrás. Ella le dice que lo quiere, que lo quiere dentro de ella. Su padre le pide perdón porque no se puede resistir. Y ella le dice que no lo haga, porque ella también quiere su verga allí. Lo cual sucede, mientras el padre no solo penetra a la chica, sino también le jala muy fuerte por el pelo.

En la habitación ahora el hijo folla a su madre en cuatro, con el culo levantado. Ella tiene que morder las sabanas para no hacer ruido. Solo se escucha el golpeteo entre ellos. Hasta que no puede más y su verga comienza a venirse dentro de la madre. Que queda con su coño chorreando semen. Para el chico esto debe ser un sueño, pero cuando la madre comienza a besar su polla no lo parece. Quedándose dormida encima de ella. La madre solo puede pensar que acabó dentro de ella, lo cual le hace sentir muy bien.

También el padre termina dentro de la hija, con todo su chocho chorreando leche.

Finalmente, los dos hermanos se encuentran y preguntan que estuvieron haciendo, aunque ambos mienten con lo que verdaderamente han hecho. Pero a la hermana no le importa y le da un beso en la boca, justo cuando son pillados por la madre y todo el secreto es revelado.

Categorias Varios
Artistas Rogerius

0 Comentarios