Bangdadan [Turboham]

Momo se masturba y aprieta sus gordos tetones mientras piensa en Okarun. Se lo imagina diciéndole que quiere que la folle como su esclava, que le destruya su coño de una vez. También quiere que se la dé, que la rellene como un juguete sexual. Y con un grito de “dame todo tu esperma” ella se corre.

La chica cree que ha hecho mucho ruido, y es mejor que tenga cuidado al pensar en él. Lo cual parece increíble que tenga fantasías con él, tal vez ella se haya equivocado en elegir a ese idiota. Algo que dice mientras se seca su coño. Que aunque ha estado bueno, ella aún necesita una polla, y la necesita con urgencia.

En un recuerdo, Momo invita a Okarun por la noche a un lugar, para explicarla la verdadera razón de su encuentro. Ella tiene un regalo envuelto con un moño, pero el chico tiene en mente otro regalo, como su gordo trasero. Deberían ir a un lugar más privado, pero con el beso en la boca y lo fuerte que aprieta su trasero, ella no puede detenerse. Es justo lo que ella quería, que Ken la hiciera suya.

Es un recuerdo que de solo pensarlo la ha vuelto a poner caliente. Lo llama idiota, pero no puede evitar tocarse pensando en el muchacho que la pone húmeda. Donde viaja al pasado, cuando ella está sobre la cama con su culo levantando en la posición del perrito.

Ella piensa que está avergonzado o quizás es su tamaño del pene, porque está tardando más de lo necesario. Pero se da la vuelta y descubre que la verga de Ken es más enorme de lo que había imaginado. La va a matar con eso, por eso quiere que sea cuidadoso. Solo debe insertarlo de una vez, pero lentamente. Lo que le permite comenzar a gozar poco a poco. Pero no ha seguido al pie de la letra sus instrucciones, porque acaba insertándola toda de un golpe y ella maldiciendo.

Lo que llevara a que en el presente ella muerda la almohada, porque solo pensar en su pene la ha puesto a mil de nuevo. Está a punto de correrse, repitiendo su nombre y el de Dios. Y solo de recordar como la penetraba, mientras la sostenía por la cara. Y no creas que son solo algunas posiciones, Okarun la folla en todas las posibles.

Con tal mala suerte de que cuando finalmente se corre, lo hace cuando Jiji entra a su habitación. Que la hace avergonzar cuando lo descubre. Pero como todo fue tan rico, no puede quejarse Momo Ayase.

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