A Dip Measuring Contest [Fred Perry]

Pacifica, Jackie y Wendy tienen una tarde de chicas en la pileta, es un día muy caluroso y Pacifica se demora llegando tarde a su propio patio, ya que estaba con el exterminador en la casa y dice que este se esmeró mucho en hacer su trabajo. Se muestra bastante llena de estar bien cogida.

Wendy no se siente a gusto con los comentarios de su amiga, por lo que saca un libro mágico, grabado con el número 69 en la tapa, el cual abre y apoya en ella, dejando que sus hojas toquen su vagina. Las hojas del libro toman color, Wendy dice que el libro ya está cargado con sus recuerdos, para que ambas amigas puedan experimentar su mejor encuentro con Dipper. Le pide a Pacífica que sea la primera, corriéndole la ropa interior, para que las hojas del libro entren en contacto con su vagina, diciendo que el libro necesita contacto con la piel desnuda. En un instante, Pacifica comienza a ver y sentir el encuentro de Wendy, Wendy prendida del cuerpo de Dipper, gritando de placer, mientras araña su espalda. Pacífica se encuentra algo confundida, mientras que Wendy le dice que sienta como Dipper la toca, como la toma de la cintura bien fuerte, llevando su cuerpo hacia él, y con su enorme polla dentro, empujando más y más, lento y profundo. Pacífica no puede describir la sensación que está sintiendo, si es vergüenza o culpa por haber sido su niñera, solo puede sentir como se ahoga en su semen. Wendy explica que al haber sido su niñera es casi prohibido estar teniendo sexo con él y que eso lo hace súper ardiente y que casi siente vergüenza de que la haga acabar así. Y ahí viene otro recuerdo, Dipper tomándola por las piernas, abriéndolas y diciéndole lo mucho que lo hizo esperar, pero que ha valido la pena y ya no tiene que esperar, Wendy le pedí que la tome. Dipper mete su enorme pene dentro de ella mientras exprime con mucha fuerza sus pechos. Pacifica sí que está disfrutando sentir esto. Wendy agrega que su pene es tan grande que incluso siente como su culo se abre por sí solo y como su lengua hacía que supiera más dulce, haciéndola gemir y tiritar como una loca. No paraba de chorrearse mientras la cogía. Pacífica puede sentir como el pene de Dipper tiembla por estar terminando dentro de Wendy. Disparando como una manguera, mientras Wendy aprieta su pelvis ordenándolo. Pacífica ha quedado desparramada de placer, casi sin poder hablar.

Y ahora es el turno de Jackie, Wendy le pregunta si aún le gusta anal, y lleva las hojas del libro a su trasero. Y ahí viene el recuerdo de Wendy de estar siendo cogida por el trasero en el bosque, Dipper la toma por las piernas, dejando caer su cuerpo contra un árbol, y metiendo su pene muy adentro. Jackie grita lo bien que Dipper se lo hace a Wendy. Pacífica celosa dice que es algo incestuoso y asqueroso, que parecen perros babeando, pero eso no hace que deje de masturbarse.

Ahora es Pacífica quien se inventa su propio escenario con el señor exterminador de fantasmas que tiene una gran polla dura cuando le toca la puerta de su casa.